Un día nuestros sueños nos llevaron de vuelta a Canfranc...

... recordé mis primeros esquís en Candanchú, mis primeros campamentos en Canal Roya, mis primeros pasos como monitor de tiempo libre en la casa de colonias junto al río, mis primeras escaladas en el Coll de Ladrones. Cuántos primeros pasos en un mismo lugar. Pero sobre todo recordé aquel olor a aceite quemado de los trenes en la estación, su vestíbulo, la gente subiendo y bajando del tren, sus largas y agradables cuatro horas desde Zaragoza, montañeros, esquiadores...cómo ha cambiado todo, ¡qué abandono!
Por un momento entristecí mientras se desvanecían aquellas imágenes, como si del color pasasen al blanco y negro. Sentí la necesidad de hacer algo, y así fué. Ahora subo casi todos los fines de semana; veo como la Estación se transforma, me manifiesto por la reapertura del Canfranc, paseo por sus montañas, observo su naturaleza, fotografío sus paisajes, convivo con sus gentes y vuelvo a deslizarme por su nieve.
Pero lo mejor es que todo ésto no lo hago solo, sino con mi mujer y mis hijos. Y contagiamos a familiares y amigos. ¿Te contagias tú también?

25 nov 2009

RUTA HISTÓRICA POR EL VALLE DE CANFRANC .(3)

Desde la Torre de la Espelunca y continuando por el GR-65.3 llegaremos a Canfranc pueblo, o Canfranc viejo, incendiado en 1944 y hoy en día reconstruido siguiendo la línea constructiva de las casas de pirenaicas. Aquí podremos recorrer gran parte de la historia del valle.
Accediendo desde el llamado puente de arriba, empezaremos por los restos del Castillo de Canfranc, de origen medieval y ampliado durante el reinado de Felipe II. Tuvo gran interés militar hasta su desafección en 1740. De él sólo queda el maltrecho muro oriental, ya que los restos de la torre antigua se derribaron en 1928 con la construcción de la carretera.
En el casco urbano de Canfranc podemos ver, milagrosamente en pie, la Torre de Aznar Palacín, una torre medieval mandada construir por Pedro III en 1341.
En el centro del pueblo está la iglesia parroquial de La Asunción, de distintas etapas constructivas, aunque la primera iglesia parroquial data del sigloXII y fue entregada por el Rey Pedro II al Monasterio de Santa Cristina de Somport en 1202. En el interior de la iglesia se conservan varios retablos barrocos salvados del incendio de 1944 por los vecinos del pueblo.
Ya en la parte sur de la población encontramos los restos de la iglesia de La Trinidad, parte de un centro hospitalario fundado en el siglo XVI para asistir a pobres y peregrinos. En 1839 sirvió de destacamento militar durante la Guerra Carlista, época de la cual proviene el recinto aspillerado que rodea la iglesia.
Y ya saliendo del pueblo por el camino de Santiago nos encontramos el puente de abajo, conocido como "Puente de los Peregrinos". Es un puente medieval del siglo XII, restaurado en el siglo XVI, que conserva su imagen románica y en el que destaca un bajorelieve con inscripción algo borrosa perteneciente, posiblemente, a las obras de reforma.
A partir de aquí podemos proseguir camino hacia Villanúa, pasando por delante de la entrada de la Cueva de las Güixas, a las que se realizan visitas guiadas. Se dice que en estas cuevas se reunían las brujas del lugar para invocar al diablo. Son una bonita muestra de la acción del agua glaciar a lo largo de miles de años.
El acceso a la población desde el camino se hace por un puente románico, ya asfaltado, mandado construir por Pedro I en el año 1100
A un kilómetro de la entrada a la localidad y casi enfrente del área de descanso, se encuentra el núcleo de Aruej, perteneciente al municipio de Villanúa desde 1849, que se compone varias casas solariegas del siglo XVIII, una Torre Fortificada del XIV y una iglesia de finales del siglo X.
La próxima parada será Castiello de Jaca. Allí podremos admirar la iglesia románica de San Miguel (siglo XII) que conserva la antigua abadía y restos del cementerio medieval. Su casco urbano (barrio antiguo) está declarado bien de interés cultural y conserva claros ejemplos de arquitectura tradicional pirenaica con piedra y pizarra.
Castiello de Jaca es conocido como “el de las mil reliquias", al poseer más de un centenar de ellas desde los primeros tiempos de la cristiandad en un arqueta situada en la iglesia parroquial.
Desde aquí ya sólo nos queda seguir el camino y adentrarnos en la histórica ciudad de Jaca, pero eso lo dejo para otro paseo.

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